Reseña sobre La calle de los caballos muertos (Jorge Asis, 1982)

Maximiliano López
3 min readJun 6, 2019

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Esta novela forma parte de la saga de escenas de la vida nacional en los setentas y ochentas, entre el segundo peronismo (1973–1976) y la dictadura cívico-militar (1976–1983), recreadas por Jorge Asís a lo largo de sus diferentes historias publicadas en aquellos años. Así como Los Reventados retrata la lucha por la supervivencia de un grupo de lumpenes inmersos en el mundo de la militancia peronista de los setenta, a la vuelta del peronismo al poder, y Carne Picada es el relato de una banda de amigos de clase media en los años de la dictadura volcados al mundo del crimen, La Calle de los Caballos Muertos aborda la situación de la clase baja durante esos mismos años. Una capa social que sintió en carne viva los efectos de la política económica de Martínez de Hoz. La primera época de la inserción del capitalismo neoliberal en Argentina. En la que el Estado de Bienestar comenzó a ser recortado y la Industrialización por Sustitución de Importaciones crujía llevándose puesto en su declive al mundo del trabajo.

Comenzaba a tomar protagonismo la Argentina de las finanzas, la plata dulce, la importación y la agroexportación. Pero en ese proyecto, los pobres, olvidados por un bienestar y una movilidad social ascendente restringidas a la fracción profesionalizada de la clase media, no tenían un lugar provechoso, sino que se encontraban en los margenes o afuera de toda posibilidad de integración social que no incluyera incurrir en ilícitos o en la deshonestidad, abandonados por el estado en retroceso y los sindicatos intervenidos por la dictadura, en las villas que se ampliarían en los años por venir.

En ese contexto, se narran las historias de los protagonistas, insertados en un espacio comunitario desarticulado, fragmentado y empobrecido por el contexto económico en el que el barrabravismo, el crimen y la violencia, al igual que las adicciones y la promiscuidad forman una parte estructural de sus vidas, o mas bien son sus vidas mismas. Se muestra un panorama destructivo en lo social, un pacto policlasista construido a lo largo del siglo XX, con sus idas y venidas pero siempre en una senda de integración, en especial a mediados de siglo, hecho añicos por la violencia del Estado y los poderes dominantes reflejada en la represión política y la exclusión económica.

Tanto en la dimensión interna de la existencia de los protagonistas, compuesta por sus familias, amigos y personajes pintorescos de la barriada precaria, como en el plano externo, en la relación con el otro que compone a las clases medias, la incomprensión, los vínculos rotos, el odio y el resentimiento son los móviles a través de los cuales ellos se echan a andar entre un mundo laboral cada vez mas precario y el siempre rentable rubro del crimen y la ilegalidad respaldada por una cadena de equivalencias que une al lumpenproletariado con los círculos del poder.

La decadencia y la corrupción siempre aparecen como opciones o medios promisorios para los personajes de Asís. La sensación de acorralamiento, inevitabilidad, cinismo y escepticismo que los empujan a consolidar sus características destructivas está permanentemente presente a lo largo de la historia. Pero aquí no hay siquiera una salvación pírrica como en la clase media de Carne Picada. En Villa Iapi, ubicada en el sur del conurbano profundo, no hay salidas por arriba del laberinto, pues todo parece orientarse a patear la pelota hacia adelante a lo largo de sus pasillos, sin poder huir jamas de la falta de oportunidades. The game is rigged (el juego está arreglado)

Me parece la mejor novela de Asís. En esta ocasión sus habilidades y empleo de recursos literarios encuentran su mejor momento. Superador de otras grandes novelas suyas como Los Reventados, Carne Picada y Flores Robadas en los Jardines de Quilmes.

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